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sábado, 23 de marzo de 2013

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2013


(International Theatre Institute ITI / World Organization for the Performing Arts)

Mensaje de Darío Fo

Hace mucho tiempo, el poder tomó una decisión intolerante contra los comediantes al expulsarlos del país.

Actualmente, los actores y las compañías teatrales tienen dificultades para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo a causa de la crisis.

Los dirigentes, por tanto, ya no están preocupados por controlar a aquellos que les citan con ironía y sarcasmo, ya que no hay sitio para los actores, ni hay un público al que dirigirse.

Por el contrario, durante el Renacimiento, en Italia, los que gobernaban, tuvieron que hacer un esfuerzo importante para mantener a raya a los Comediantes, pues reunían abundante público.
 
Se sabe que el gran éxodo de actores de Commedia dell'Arte tuvo lugar en el siglo de la Contrarreforma, que decretó el desmantelamiento de todos los espacios teatrales, especialmente en Roma, donde fueron acusados de ofender a la ciudad santa. En 1697, el Papa Inocente XII, bajo la presión de insistentes requerimientos del ala más conservadora de la burguesía y de los máximos exponentes del clero, ordenó la eliminación del Teatro Tordinona que, según los moralistas, había acogido el mayor número de representaciones obscenas.


En la época de la Contrarreforma, el cardenal Carlos Borromeo, que estuvo activo en el norte de Italia, se consagró a la redención de los 'niños milaneses', estableciendo una clara distinción entre el arte, como la máxima expresión de educación espiritual, y el teatro, la manifestación de lo profano y lo vanidoso. En una carta dirigida a sus colaboradores, que cito de memoria, se expresa más o menos así: "Los que estamos resueltos a erradicar las malas hierbas, hemos hecho lo posible por quemar textos que contienen discursos infames, para extirparlos de la memoria de los hombres, y al mismo tiempo perseguir a todos aquellos que divulgan esos textos impresos. Evidentemente, sin embargo, mientras dormíamos, el diablo maquinó con renovada astucia. ¡Hasta qué punto es más penetrante en el alma lo que los ojos pueden ver que lo que puedan leer de los libros de ese género! ¡Hasta qué punto más devastadora para las mentes de los adolescentes y niños es la palabra hablada y el gesto apropiado, que una palabra muerta impresa en un libro. Por tanto es urgente sacar a las gentes de teatro de nuestras ciudades, como lo hacemos con las almas indeseables."


Por tanto, la única solución a la crisis se basa en la esperanza de que se organice una gran caza de brujas contra nosotros y especialmente contra la gente joven que desea aprender el arte del teatro: Una nueva diáspora de Comediantes que, desde tal imposición, sin lugar a dudas provocará beneficios inimaginables por el bien de una nueva representación.
Traducción: Fernando Bercebal (Proyecto ÑAQUE)

DARIO FO (biografía)

Dario Fo (nacido en Sangiano, Lombardía, Italia el 24 de marzo de 1926) es un actor y escritor de teatro italiano ganador del Premio Nobel de Literatura de 1997.

Estudió en la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán y comenzó su carrera teatral como actor y escritor de obras teatrales satíricas. En 1954, Fo se casó con la actriz Franca Rame, con quien fundó en 1959 la compañía teatral «Dario Fo - Franca Rame».

Ambos fundaron el colectivo teatral Nuova Scena y posteriormente La Comuna (1970). En los años 60 sus obras para la televisión solían ser censuradas, razón por la cual volvió al mundo del teatro.


Situado en el entorno de la izquierda política italiana, Fo ha escrito ácidas sátiras políticas arremetiendo sin piedad contra el poder político, el capitalismo, la mafia y el Vaticano. Entre sus obras más conocidas se citan Muerte accidental de un anarquista (1970) y Aquí no paga nadie (1974).

En 1997 recibió el Premio Nobel de Literatura. En 2002 publicó su autobiografía El país de los murciélagos. En una de sus últimas obras, L'anomalo bicefalo (2003), presenta un retrato irreverente y crítico del primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

(c) Raúl Muñoz, 2013

viernes, 22 de febrero de 2013

UN "GUIÑO" AL CINE EN 3D

Aunque parezca que el cine en tres dimensiones es un invento de ahora, prácticamente desde sus inicios la industria fue consciente de que llevar la sensación de profundidad e inmersión al cine era un éxito casi seguro. Inmediatamente después del nacimiento del cine, en diciembre de 1895, ya se empezó a plantear la posibilidad de llevar esta nueva forma de espectáculo más allá y dotarlo de la tercera dimensión que lo hiciera más real.

Ya se sabía que el cerebro creaba la sensación de 3D sumando las dos imágenes recibidas, una a través del ojo izquierdo y la otra a través del derecho. Por lo tanto, era necesario crear una solución técnica que permitiera proyectar esas dos imágenes de forma separada para que el cerebro las uniera.

El cine 3D es la proyección de películas cinematográficas que pueden ser percibidas con sensación de profundidad gracias a la visión estereoscópica.

Las técnicas empleadas suelen implicar que, en el proceso de filmación, se empleen dos cámaras simultáneamente para obtener imágenes con dos perspectivas diferentes.

Así mismo, durante la proyección, los espectadores suelen emplear algún filtro que separa (de distinto modo según la técnica) las imágenes superpuestas para que sean recibidas por cada ojo independientemente. La corteza visual interpreta estas imágenes añadiendo la sensación de profundidad, del mismo modo que normalmente recibe imágenes con distintos puntos de vista de cada ojo.
INICIOS DEL CINE EN 3D

William Friese-Greene fue el pionero inglés del cine que patentó un proceso de filmación en 3D a finales de la década de 1890. Era un método burdo, complejo y poco práctico ya que implicaba proyectar dos películas, una al lado de la otra, las cuales se veían a través de un estereoscopio que hacía converger las dos imágenes.

El siguiente paso lo dio Frederick Eugene Ives en 1900 con su cámara de dos lentes, pero tampoco tuvo ninguna repercusión práctica.

Más tarde llegaría la separación de la imagen basada en dos colores, en la que se introducía el concepto de las gafas con cristales de dos colores. Su inventor es un estadounidense llamado Edwin Land (1909-1991), quien también creo la famosa cámara Polaroid.


La primera proyección en 3D se realizó el 10 de junio de 1915 en el Teatro Astor de New York para un público particular. Se componía de tres cortos con escenas rurales de Estados Unidos, un documental sobre las cataratas del Niágara y una selección de escenas de Jim the penman (El Rey de la Estafa, 1915), película de cinco rollos de la Famous Players, con John Mason y Margerite Leslie, dirigida por Hugh Ford y Edwin S. Porter.

El proceso utilizado, desarrollado por el pionero del cine Edwin S. Porter y W.E. Waddell, consistía en el uso de dos lentes (rojo y verde), con el que creaban una imagen individual a través de dos proyecciones fotografiadas a una distancia de 2,5 pulgadas. Sin embargo, el experimento estuvo destinado al fracaso, porque las imágenes se difuminaban bastante.

Años después, la Perfect Pictures presentó el primer largometraje en 3D para salas comerciales:  Power of love (El que ella quiere, 1922), dirigido por Nat C. Deverich. Un drama con Elliott Sparling, Barbara Bedford y Noah Beery (padre), acerca de un capitán de navío en la California de 1840. Se estrenó en el Cine Ambassador Hotel, Los Angeles, el 27 de septiembre de 1922. Para lograr el efecto tridimensional, el productor Harry K. Fairall y el camarógrafo Robert F. Elder utilizaron la doble proyección a partir de dos tiras de película y, de nuevo, separando la imagen mediante los colores rojo y verde. La película no tuvo ningún éxito pero fue el verdadero inicio del interés real por la cinematografía en 3D.

Ese mismo año, que pareció haber sido el boom del 3D durante el cine mudo, se estrenó la película norteamericana Radio-mania (Radiomanía-1922), de R. William Neill, con Grant Mitchell como un inventor que logra hacer contacto con el planeta rojo Marte a través de un sistema de televisión. Margaret Irving y Gertrude Hillman acompañaron al joven Mitchell. La película fue producida por la W.W. Hodkinson y la Teleview Corp.

Éste interés por el 3D se vio frenado por la Gran Depresión de finales de la década, de modo que hubo que esperar hasta que, en 1934, mientras la Metro Golden Mayer obtenía algunos éxitos con cortos rodados en 3D, Louis Lumière presentara el remake tridimensional de su famosa película L'arrivée d'un train (Llegada del tren), rodada con una cámara estereoscópica.

La primer película sonora en 3D fue Nozze vagabonde (1936), filme italiano de Guido Brignone, con Leda Gloria, Maurizio D'Ancora y Ermes Zacconi, distribuido por la Warner Bros. sucursal italiana y producido por la Società Italiana Stereocinematografica. El cameraman fue Anchise Brizzi.

LA PROPAGANDA NAZI EN 3D

Los Nazis hacían propaganda en 3D en la década de 1930, usando su propio sistema para crear la ilusión óptica. El documentalista australiano Philippe Mora, encontró en el Archivo Federal de Berlín, películas realizadas en 3D durante el nazismo.

Mientras buscaba material para nutrir a su documental How the Third Reich was recorded, el cual busca analizar el modo en que los Nazis utilizaban las imágenes para manipular la realidad, Mora se encontró con dos mediometrajes en blanco y negro, de 30 minutos, de 1936. Aparentemente se filmaron usando un prisma frente a dos lentes sobre película de 35 mm. Fueron hechas por estudios independientes alemanes “para el Ministerio de Propaganda de (Joseph) Goebbels y se las llamaba "Raum Film" – algo que se podría traducir como “películas de espacio” – lo que explica por qué nadie se había dado cuenta de que estaban hechas en 3D”, explicó Mora al semanario estadounidense Variety.

Las películas son: un musical llamado So real you can touch it (Tan real que puedes tocarlo), en el que aparecen varios close-ups de una salchicha asada; y Six girls roll into weekend (Seis chicas comienzan el fin de semana), que sigue a un grupo de iniciadas Nazi.

Es en Alemania y no en Hollywood donde se creó el 3D”, aseguró Mora a Variety. “La calidad de los films es fantástica. Los Nazis estaban obsesionados con filmar todo y cada imagen era controlada, todo era parte de cómo ganaban el control sobre el país y su gente”.

EL 3D A COLOR

Aunque todas las películas en 3D se rodaban en color, el paso a la separación en colores (anaglifo) hacía que los espectadores sólo obtuvieran una imagen en blanco y negro. La llegada de los filtros polarizados patentados por Polaroid supuso un gran cambio, ya que no sólo era posible revelar las películas en color sino que se sustituía el uso de las gafas con cristales de color rojo y verde por otras con filtros polarizados de Polaroid. Pero estas gafas imponían la necesidad de crear dos imágenes separadas que debían ser proyectadas sincrónicamente por dos proyectores en una sola pantalla para lograr el efecto adecuado.

Zum greifen nah (1937) fue la primera película 3D en color. Producida en Alemania, se utilizó de forma no oficial filtros Polaroid. La primera que lo hizo oficialmente fue In tune with tomorrow (1939), presentada en la Exposición Mundial celebrada en Nueva York en 1939. Aunque se proyectó inicialmente en blanco y negro, alcanzó tal éxito que al año siguiente se hizo un remake en color.

El primer largometraje en 3D, sonoro y en color, fue Робинзон Крузо (Robinzon Kruzo, 1947), filme soviético de Aleksandr Andriyevsky para la Soyuzdetfilm, protagonizado por Pavel Kadochnikov como Crusoe y Y. Lyubimov en el rol de Viernes. La película, de 74 minutos, utilizó un proceso denominado Stereokino, obra de S.P. Ivanov, y requirió el uso de una pantalla de metal corrugado con muescas, diseñadas para reflejar las dos imágenes en forma separada hacia el ojo derecho e izquierdo. La escena más difícil de esta película tenía que ver con un gato montés, al que se tenía que persuadir de caminar a lo largo de una delgada rama en dirección a la cámara. Tras cinco noches de intentos, el operador de cámara logró la toma tan preciada, y en las salas cinematográficas la impresión fue como que el animal caminaba sobre las cabezas de los espectadores.

EL "BOOM" DE LOS 50

Como muchos otros avances, el cine en 3D sufrió el freno que supuso la Segunda Guerra Mundial y no fue hasta principios de los años 50 cuando los estudios cinematográficos y las empresarios de las salas lo quisieron utilizar para intentar contener el avance de su gran competidor: la televisión.

Arch Oboler intuyó las posibilidades que ofrecía el formato Natural Vision que M.L. Gunzberg había intentado vender a varios estudios y lo utilizó para crear el primer largometraje estereoscópico en color, a partir de dos tiras de película y filtros Polaroid: Bwana Devil (Bwana, el diablo de la selva, 1952). A pesar de que los críticos no fueron muy benévolos con ella, ya que era necesario detener la proyección para solventar las limitaciones del sistema de doble proyección, esta película constituyó el primer gran éxito de taquilla y el inicio del boom del 3D.


Después de casi cuatro décadas de investigación, la Warner Bros. estrenó House of Wax (Los crímenes del museo de cera, 1953), que fue el primer largometraje en 3D con sonido estereofónico. La primera proyección de la película tuvo lugar en el Paramount Theater, New York, y se utilizaron 25 altavoces (hecho que provocó cierta cacofonía, con sonidos rebotando en todas las direcciones). El director, André de Toth (1912-2002), pudo haber notado ese problema con el sonido, pero jamás llegó a ver el efecto 3D, dado que tenía un solo ojo. Su actor principal, Vincent Price, no sólo se convertiría en la estrella del cine de terror sino también del cine en 3D, ya que intervino en muchas películas de este tipo.


Otros títulos fueron Kiss me Kate (Bésame, Kate, 1953), la famosa Creature from the Black Lagoon (1954), y la película de Alfred Hitchcock Dial M for Murder (Crimen perfecto, 1954). En esa época, Paramount estrenó la comedia de Dean Martin y Jerry Lewis Money from home (El jinete loco, 1953), y un puñado de cortos protagonizados por Casper, el Fantasma Amistoso y por Popeye. Incluso John Wayne apareció en 3D en el western Hondo (1953). El resto del mundo se hizo eco de esta moda, y Japón, Gran Bretaña, México, Alemania Occidental y Hong Kong produjeron sus propias películas en 3D.

 
Hubo muchos motivos por los que el formato 3D decayó, algunos de ellos fueron técnicos. La comodidad en su visionado no era precisamente su más preciado valor: existía un rechazo aponerse las endebles gafas de cartón, y a menudo tenían que interrumpir la proyección para ajustar la imagen. Además el efecto tridimensional solo se lograba en los asientos centrados y a menudo los espectadores sentían náuseas, o sufrían dolores de cabeza y fatiga ocular.

La llegada del Cinemascope o pantalla ancha, volvió a hacer que el 3D pasara a segundo plano, aunque consiguió un último éxito con una película de título reivindicativo: Revenge of the Creature (La venganza del hombre monstruo, 1955). Durante los siguientes años, el 3D quedó como una experiencia pasada, hasta que salió September storm (Un septiembre borrascoso, 1960), dirigida por Byron Haskin, que fuera la primer película sonora en 3D exhibida en el fastuoso Cinemascope. A partir de esta hubo 54 películas más en 3D.


LOS PRIMEROS SISTEMAS DE 3D AVANZADO (SPACE-VISION e IMAX)

En los años 60, Arch Oboler dotó nuevamente de dinamismo al mundo del 3D con la invención del sistema Space-Vision 3D, que imprimía dos imágenes superpuestas en una sola tira de película y que permitía utilizar un único proyector equipado con una lente especial. Oboler utilizó este sistema para su largometraje The Bubble (1966), maltratado por la crítica y bien recibido por la taquilla, por lo que el Space-Vision logró introducirse en los estudios de cine, sobre todo en los independientes.

En 1970, la marca Stereo-Vision desarrolló otro sistema, en el que las imágenes eran comprimidas una al lado de la otra sobre una misma tira de película de 35 mm. y proyectadas mediante una lente anamórfica a través de filtros Polaroid, eliminando así el problema de la desincronización. Con este formato se produjo la comedia de enredo The Stewardesses (1966), un éxito económico tan grande para una película en 3D que tuvo que ser reeditada posteriormente en formato 70mm. 3D. En los 25 años siguientes, Stereo-Vision realizó 36 películas en 3D con formato anamórfico y pantalla ancha ó 70mm., aunque casi todas eran de carácter pornográfico, de terror o de una mezcla de ambos.

El sistema 3D Stereo-Vision resurgió brevemente en los años 80 y algunos jóvenes directores realizaron títulos como Jaws 3-D (El gran tiburón, 1983), Amityville 3-D (El pozo del infierno, 1983) y Friday the 13th, Part III (Viernes 13, 3ª parte, 1982).
 
Desde mediados de los 80, el formato IMAX supuso un nuevo despegue del cine en 3D, que hasta 1995 quedó circunscrito al entorno de ferias y parques temáticos, así como obras de carácter divulgativo. Llegó junto con los grabadores de cinta y ante un nuevo caos en la industria que de nuevo veía una amenaza al consumidor en su casa disfrutando de películas de alquiler.

En el caso del IMAX 3D, se utilizan dos lentes de la cámara para representar a los ojos derecho e izquierdo. Esa grabación queda almacenada en dos rollos de película por separado para los ojos derecho e izquierdo, y luego se proyecta de forma simultánea. La primera película proyectada en IMAX 3D fue Space Station (Estación Espacial, 2002)

En los inicios del nuevo milenio, el director James Cameron dio nueva vida a este sistema con la película Ghosts of the Abyss (Misterios del Titanic, 2003), el primer largometraje en editarse en formato 3D-IMAX. La cinta fue filmada con el sistema Reality camera, diseñado especialmente para Cameron que utilizaba cámaras de vídeo con formato HDTV en lugar de película.

Cuando al año siguiente se presentó Polar Express (2004) como el primer largometraje de animación en formato 3D-IMAX, su recaudación fue 14 veces superior a la versión en 2D, lo que reavivó nuevamente el interés por el cine en 3D. Las técnicas fueron refinadas y reajustadas y, al mismo tiempo, se mejoraron los contenidos.

A partir de entonces hemos vivido en una espiral continua de estrenos de cine en 3D, con las películas de animación como principales protagonistas. El último y más mediático título ha sido Avatar (2009), toda una experiencia de cine 3D que ha  marcado un antes y un después en el mundo del cine.


Actualmente los adelantos del cine en 3D son el RealD, un sistema con proyección  digital de imágenes circularmente polarizadas donde se utilizan gafas activas, y el sistema Dolby 3D Digital Cinema, que utiliza un filtro de color de espectro total montado sobre el proyector, permitiendo así la proyección en 3D sobre pantallas blancas clásicas y donde las gafas utilizadas son las llamadas pasivas.


Aparte de que se está procediendo a la digitalización de las películas ya existentes, cada vez más estudios están produciendo largometrajes de última generación especialmente concebidos para 3D. Parece que el 3D ha logrado conquistar definitivamente su lugar en el mundo del cine.

Reconocidos directores como el ya mencionado James Cameron, George Lucas, Steven Spielberg, John Lasseter, Peter Jackson o Robert Zemeckis se declaran convencidos del potencial del 3D para cualquier tipo de film, mientras que otros consideran que se reservará únicamente a los títulos de acción y espectáculo. En lo que se refiere a los grandes estudios, las opiniones son también encontradas: Disney, Paramount-Dreamworks y Fox son firmes creyentes del nuevo sistema, mientras que Sony, Universal y Warner se muestran más precavidos.
Fuentes:
(c) Raúl Muñoz, 2013